El Hospital Clínico Félix Bulnes se erige como un referente en la atención médica segura y confiable, especialmente en un país que enfrenta la realidad de los terremotos. Su infraestructura ha sido diseñada e implementada bajo los más modernos criterios antisísmicos, conforme a la normativa chilena actualizada tras el terremoto del 27 de febrero. Este enfoque no solo prioriza la protección de los pacientes, sino también la integridad del propio hospital.
El hospital cuenta con un sistema antisísmico avanzado que incluye 264 aisladores elastómericos y 50 deslizadores friccionales. Estos dispositivos están diseñados para disipar la energía generada por un sismo, lo que minimiza el impacto en la estructura y permite que las instalaciones sigan operando de manera efectiva. Este diseño tiene como objetivo garantizar la continuidad operacional, un aspecto crítico para la atención médica, especialmente en situaciones de emergencia.
La seguridad de los pacientes es una prioridad fundamental para el proyecto concesionado, por ello la infraestructura del Hospital Clínico Félix Bulnes asegura que, en caso de un sismo severo, no solo se salvaguarde la vida de quienes se encuentran en sus instalaciones, sino que también se mantenga la capacidad de respuesta del hospital ante cualquier necesidad de atención médica.
Además, el Servicio de Mantenimiento de la infraestructura y el equipamiento industrial, operado por la Sociedad Concesionaria Metropolitana de Salud, es vital en este proceso. Su compromiso con el cuidado del hospital se traduce en un riguroso programa de mantenimiento, fiscalizado por la Inspección fiscal del MOP, que asegura la operatividad de todos los sistemas industriales, contribuyendo a la continuidad de los servicios esenciales.
